TERRITORIO VACCEO
Lo que puedes encontrar:
ACTIVIDADES CERÁMICAS
- TERRITORIO VACCEO
- ROA DE DUERO
- PARQUE ARQUEOLÓGICO DE LAS ERAS DE SAN BLAS
- I EDAD DE HIERRO (Programa ENROLLARTE)
- II EDAD DE HIERRO (Programa RUEDA)
- II EDAD DE HIERRO (Programa Hospitium)
- ROMA VACCEA (Programa SIGILLATA)
- TALLERES EN EL AULA ARQUEOLÓGICA
TERRITORIO VACCEO
Se trata de un conjunto de pueblos que ocuparon un extenso territorio de unos 45000 km2 al norte del cauce medio del Duero, y que aparecen en la historia en el año 220 a.C. Sus orígenes se creen en una cultura definida ya en el siglo III a.C.
Será Polibio, precisamente cronista de la campaña contra Aníbal en el verano de 220 a.C. cuando nos hable de esta etnia. En el ámbito historiográfico se pasó de considerarlos parte de la emigración de Belovacos y Arevacos, que Bosch-Gimpera consideraba que provenían del norte de Europa. Tras la imposibilidad de demostrar estas migraciones se pasó a finales de los setenta a explorar la relación que podrían tener con la cultura del Soto de Medinilla en la Primera Edad del Hierro, cuyo origen ya casi nadie discute..
Se considera en la actualidad que esta etnia se formó a mediados del siglo V a.C. proveniente de las últimas etapas del Soto. Lo vemos en sus construcciones de adobe, tapial y madera, en la base cerealista de sus subsistencia y la ubicación en el mismo espacio de los dos momentos culturales.
La cultura Vaccea presenta de todas formas cambios que la individualizan, como la aparición de necrópolis, metalurgia del hierro extendida y surgimiento de oppida.
Cuando los encontramos en la Historia vemos que limitan por el norte con los Astures en el Esla, Cántabros y Turmogos en el Pisuerga y Arlanza y con los Arévacos por el este. Por el sur con Vettones y Carpetanos.
Vida cotidiana y sociedad.
Las fuentes históricas nos hablan de la importancia de los asentamientos Vacceos. Tenemos referencias en Tácito y Apiano donde se nos especifica que las campañas no se hacen contra el pueblo en general sino contra auténticas ciudades estado, como Ravda, Cauca, Intercatia o Pallantia, al modo de los grandes oppida de centroeuropa.
En las ciudades vacceas detectamos además la presencia clara de áreas funcionales, así como las necrópolis que permiten caracterizar a esta cultura.
La casa vaccea estaba construida en adobe y tapial, con la madera como elemento complementario en la techumbre que era vegetal. El suelo estaba apisonado, y la vida se estructuraba en torno a un hogar central. En las excavaciones de Pintia se ha determinado que podrían tener varias estancias separadas, áreas de almacenaje, hornos domésticos, etc…
Se trataría de una sociedad jerarquizada, que vemos reflejada en los ajuares de las necrópolis, donde hay una clara división en clases sociales.
Economía
Basada en la agricultura de cereal, que sabemos que era tan importante como para que en 134 a.C. Escipión hiciera quema intensiva de los campos vacceos que aprovisionaban a Numancia.
Diodoro, citando a Posidonio nos habla de un colectivismo agrario vacceo de clase cerealista, por el que se deduce la forma de explotación comunal de los campos de cultivo. Dice que reparten los campos y le dan a cada uno los frutos obtenidos en común. Se aplica la pena de muerte a los que infringen las leyes.
El segundo pilar era la ganadería, con fauna de ovicaprinos que comparten el carácter principal en la ganadería de todo el ámbito celtibérico. Posiblemente por su aprovechamiento extensivo en cuanto a leche y sobre todo lana, además de carne. Los sagum de la lana celtibérica alcanzaron fama en la República. Otros animales como la gallina y el cerdo aparecen también representados, así como la caza. El caballo por supuesto aparece sobre todo asociado a la guerra, siendo famosa la caballería de los vacceos y del resto de celtíberos.
El comercio tuvo que ser significativo, según deducimos de su registro material. Es curioso que fueran deficitarios en materia prima de metales y que sin embargo veamos que contaban con un importante abanico de creaciones metálicas en sus asentamientos. Debieron estar muy en contacto con Cántabros, y Autrigones por un lado y con los Turmogos y Berones por otro. Nos lo cuentan los ajuares de Monte Bernorio, o la Hoya donde encontramos piezas que aparecen perfectamente representados en el mundo Vacceo.
Las cerámicas a mano y decoradas con peine incisorios impreso, los ponen en contacto con los Vettones.
En el siglo IV a.C. comenzamos a ver cerámica a torno, de tonos anaranjados y decoración pintada con motivos geométricos.
Creencias y mundo simbólico
Según Marco Simón y Sopeña podríamos englobarlos en una religión céltica donde Lug o Dis Pater tenían un papel importante. Se les atribuye el culto a un dios (o diosa) lunar como a sus vecinos por el norte, como astures, cántabros, etc… Tal es su creencia que peleando en Pallantia contra Lépido detuvieron las hostilidades por un eclipse de luna.
La epigrafía nos proporciona teónimos referidos a culto a dioses locales, en la cerámica aparecen animales representados que pueden ser interpretados como cultos zoolátricos.
Inhumaban a los miembros más pequeños de la comunidad bajo las viviendas, y a los guerreros muertos en combate los dejaban a merced de los buitres que adquieren para ellos un carácter de psicopompo.
Recreación de un ritual de cremación en el Parque Arqueológico de Ravda.
Lo que deducimos por tanto es que creían en la vida más allá de la muerte. Gracias a las necrópolis además deducimos la división social de esta cultura, como es lógico.
Final del mundo Vacceo
Desde su temprana aparición en la historia escrita de la península los vemos asociados indirectamente a los conflictos asociados a las guerras celtibéricas en diversos episodios, entre ellos los del 151 a.C. donde perecieron más de 20.000 guerreros de esta etnia. Protagonizan una revuelta en el 56 a.C. que es interpretada como el momento de inflexión de esta cultura, que sin embargo se resiste a entrar en el ámbito de control romano. Su última aparición en la guerra tiene lugar en el 25 a.C. en los conflictos que dieron lugar a las guerras astur-cántabras. A partir de entonces fueron romanizados.
Bibliografía
- González-Cobos Dávila, A. 1986: “Sobre los vacceos y su integración en los esquemas administrativos romanos”. Studia historica. Historia antigua.
- González-Cobos Dávila, A. 1988: “Notas en torno a la romanización del colectivo vacceo”. Studia historica. Historia antigua.
- Dávila, A. y Almagro Gorbea, M. 1995: “El área superficial de los oppida en la Hispania céltica”. El área superficial de los oppida en la Hispania céltica https://doi.org/10.5209/CMPL.31079.
- Blanco García, J. 2016: “La vivienda vaccea”. Oppidum: cuadernos de investigación.
- Santos Yanguas, N. 2015: “L. HERNÁNDEZ y A. JIMÉNEZ DE FURUNDARENA, Vacceos. Historia y romanización de un pueblo prerromano del valle del Duero, Serie Historia y Sociedad no 172, Universidad de Valladolid 2013, 257 pp. + 27 láminas y 6 figuras”. Hispania antiqua.
ROA DE DUERO
La villa de Roa se alza sobre una plataforma escarpada en la margen derecha del Duero. Ya desde la prehistoria Roa y su entorno se convierten en lugares frecuentados por grupos de agricultores y ganaderos.
Así, durante la I Edad del Hierro, entre los siglos VI y IV a C., se levanta en lo que es hoy la población de Roa un asentamiento que está siendo documentado mediante la ejecución de excavaciones arqueológicas asociadas a las continuas obras que se llevan a cabo en el interior de la localidad. De este modo, se han registrado algunas viviendas circulares fabricadas con adobe, cuyas paredes, en el interior, aparecen decoradas con pinturas de vivos colores. Muchos más datos tenemos de sus pobladores que, por ejemplo, fabrican sus cerámicas a mano, portan utensilios de bronce y son agricultores y ganaderos, preferentemente de vacuno y de ovejas. Las gentes que viven en Roa en este momento forman parte de la denominada Cultura del Soto de Medinilla, nombre que procede de un emblemático yacimiento arqueológico vallisoletano.
Sin solución de continuidad y probablemente debido a las excelentes condiciones del hábitat y la potencialidad económica del enclave, el poblado, en la II Edad del Hierro, entre los siglos III y I a C., se convierte en una ciudad vaccea de gran extensión, el oppidum Rauda.
PARQUE ARQUEOLÓGICO EN LAS ERAS DE SAN BLAS
Está situado en las eras de San Blas, espacio declarado con categoría de zona arqueológica al igual que el resto del pueblo.
Las actividades cerámicas que planteamos, quedan dentro de los propuesto en el Proyecto de Parque Arqueológico en la Eras de San Blas elaborado por ARATIKOS, CB. y cumple con las responsabilidades adquiridas por los actuales gestores del parque.
ACTIVIDADES CERÁMICAS CON ESPACIO A CÁNTAROS
I EDAD DE HIERRO (Programa ENROLLARTE)
Elaboración de piezas a mano siguiendo la técnica del urdido, decoración de las mismas con los motivos característicos de este periodo (mamelones, digitalizaciones e incisiones simples, decoración impresa a peine, boquique y decoración excisas), tras el espatulado y bruñido de las piezas. Según los permisos obtenidos, cocción en atmosfera reductora de las piezas en hornalla o cocción al aire libre.
Las personas que participan de este taller, pueden llevarse su pieza, recogiéndolas en la zona de recepción dos semanas después de realizadas o bien, si son visitantes ocasionales, pueden llevarse una pieza similar, previamente elaborada por otras personas para ese fin.
Las piezas características de este periodo van desde los cuencos hemisféricos y los carenados hasta ollas globulares y vasos con pie anular.
II EDAD DE HIERRO (Programa RUEDA)
Elaboración de piezas a torno, retorneado de las mismas y decoración a pincel con los motivos característicos de este periodo. Entre los diversos tipos de productos cerámicos que fabricaron los alfareros vacceos, el más característico fue el cocido en fuego oxidante, de pastas anaranjadas o rojizas, generalmente decorado con pintura negra, marrón o anaranjada. A partir de finales del siglo II a. C. y hasta poco después del cambio de Era, en algunos de estos vasos se incorporó la pintura blanca, muy posiblemente por influencia de las cerámicas policromas de Numancia.
Las personas que participan en este taller pueden, realizar a torno una pieza o decorara a pincel una de las piezas ya preparadas previamente por otras personas para ese fin. Finalmente, si son visitantes ocasionales, podrán llevarse una pieza similar a las realizadas.
Las piezas características de este periodo van desde los cuencos y vasos carenados con pie anular hasta las grandes copas y cráteras de terracota.
II EDAD DE HIERRO (Programa Hospitium)
Las téseras de hospitalidad en la provincia de Burgos y su entorno
Entre las piezas arqueológicas más interesantes del mundo prerromano del territorio de la actual provincia de Burgos y de otros aledaños, se encuentran las llamadas “téseras de hospitalidad”. Son piezas normalmente de bronce, con formas llamativas, a veces de manos enlazadas y más frecuentemente zoomorfas, que presentan grabadas determinadas inscripciones, generalmente en alfabeto ibérico.
En TERRITORIO VACCEO vamos a elaborar téseras de hospitalidad en arcilla, tanto zoomorfos como geométricas. Con el tiempo, en la zona de recepción, dispondremos de pieza realizadas por visitantes y voluntarios para que aquellas personas que por distancia, no pueden recoger sus piezas puedan llevarse una de similares características.
Más información aquí
ROMA VACCEA (Programa SIGILLATA)
Elaboración de piezas mediante moldeado en soportes previamente preparados de lucernas y cuencos hemisféricos, aplicación de arcillas decantadas (terra sigillata) y cocción de las mismas en horno de leña monocámara.
Las personas que participan en este taller pueden realizar una pieza, decorarlas mediante la aplicación de modelos preparados y sobre cubierta, aplicar las arcillas decantadas que dan el atractivo color y brillo a la cerámica romana.
También podrán aplicar a las piezas preparadas previamente los acabados con pintura de diferentes tonos marrones provocados posiblemente por el estado diluido de la pintura, en el caso del taller de Clunia. La decoración de pintura negra ‐líneas paralelas paralelas y reticulados reticulados‐ caracterizan los talleres de kerámikos ya romanizados que mantuvieron rasgos identificativos del periodo indígena. La pintura se aplica antes de la cocción.
Las piezas características van desde los vasos de paredes rectas y cuencos carenados hasta las jarras y botellas clunienses.
TALLERES EN EL AULA ARQUEOLÓGICA
20 de abril de 2025 Taller de cerámica prehistórica
La cerámica es uno de los materiales que, con mayor frecuencia, aparece en los yacimientos arqueológicos y su importancia y utilidad explican que su uso haya llegado hasta nuestros días.
La actividad de hoy se ha acompañado de una charla introductoria sobre el nacimiento del espacio en el que estamos: la población soteña de Rauda y su posterior enclave vacceo y durante la misma hemos mostrado reproducciones fidedignas de recipientes, útiles y otros objetos cerámicos de distintos periodos de la Prehistoria. Otra parte importante de la charla que acompaña el taller consiste en apreciar la calidad de las técnicas alfareras y su proximidad con el arte y el simbolismo, además de su funcionalidad, poniéndolo todo en relación con ciertos aspectos del presente que les resulten familiares.
PROCESO
Pero ¿Cómo hemos llegado hasta ahí?
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