TALLER DE MODELADO, por Maite Palacios

Resultado del taller de modelado a mano impartido por Maite Palacios (@wisperiamorada) en @acantaros_artesania de figuras representativas de mujer.




#megustaloquehago #noscuidamosentreamigas

LAS VENUS DE LA ABUNDANCIA PALEOLÍTICAS

Todas ellas parecen responder a representaciones convencionales de la mujer de la época, aunque algunas llegan a ser claramente estilizaciones o meros esquemas. Hay un grupo de venus, denominadas esteatopigias, con ciertas partes de la anatomía exageradamente desarrolladas: son obesas, con el abdomen, la vulva, las nalgas y las mamas extremadamente grandes. Pero también es común que el resto de las partes del cuerpo aparezcan desdibujadas: los brazos son muy pequeños, los pies apenas visibles y la cara suele ser, por lo general, inexistente.

Hasta hace poco la mayoría de estas figuras se databa en el Auriñaciense, sin embargo, la tendencia más reciente es que comenzaron a tallarse en el Gravetiense evolucionado y el Solutrense (lo que sería el Estilo II de Leroi-Gourhan), que es cuando predominan las formas obesas. Siguieron elaborándose hasta el Magdaleniense o sus culturas afines, pero en estos periodos ya adquieren una forma delgada con cambios en las zonas de interés: se detalla la cara, o han evolucionando hacia formas cada vez más estilizadas, incluso abstractas (venus claviformes).

En cuanto a la interpretación, la alta proporción de figuras femeninas en el arte mueble del Paleolítico Superior es suficiente para admitir el importante papel de la mujer en aquellas sociedades prehistóricas. Sabemos que no eran objetos con una utilidad práctica productiva; también sabemos que han aparecido en lugares de habitación y no en lugares de enterramiento. Podría ser que estuviesen a la vista de cualquiera, no siendo, pues, amuletos recónditos o secretos (lo que explicaría su enorme difusión geográfica). Sin embargo poco más se puede decir. Todas las teorías sobre la Gran Diosa Madre, la diosa de la fecundidad o los cánones de belleza son meras especulaciones que no llegan, siquiera, a poder ser formuladas como auténticas hipótesis científicas, ya que no hay manera de establecer procedimientos de contrastación, ni hallar pruebas científicas, etc.

Las venus halladas en lugares como Willendorf, coronaban amontonamientos, quizás altares. En Gagarino (Rusia) siete venus aparecieron repartidas en el interior de una cabaña de forma oval de más de cinco metros de largo, así como amuletos apotropáicos para cada uno de los ocupantes del lugar. Caso parecido es el de Mal’ta (lago Baikal), pero en este caso las cabañas solo tenían figuritas en el lado izquierdo de la choza. No se pueden citar muchos ejemplos más, ya que muchas de estas estatuillas fueron descubiertas cuando las técnicas arqueológicas eran muy rudimentarias, aunque podemos atestiguar que aparecen tanto en asentamientos al aire libre como en cuevas.

Sabemos, no obstante, que tanto la venus de Willendorf como la de Laussel están pintadas con ocre rojo; esta última aparece asociada a otra que parece su imagen especular y a un hombre con rasgos itifálicos. Esta asociación de hombre/mujer+bisonte parece corroborar las interpretaciones binarias de André Leroi-Gourhan.


Comentarios