LEYENDA DEL HADA CANTAMORA
Desde la lejana Al-Andalus a tierras de Castilla
Llegó, esposada y vencida, la flor del virreinato.
Princesa de la morería, joven hija del califa,
doncella noble y hermosa, que al mirarla hechiza
a todo aquel que la observa desde cerca o desde lejos.
El caballero cristiano, Don Alonso “el mirandés”,
Ganando en justa batalla la plaza de Granada,
Arrancó tan dulce prenda de su corte berberesca y,
Altivo y caballeresco, depositó la joya en Peñaranda,
En su castillo roquero.
La melancólica dama, pena entre los muros y las
Noches de luna nueva verte convulso llanto
por sus jardines perdidos.
Don Alonso enamorado ofrece su corazón guerrero, pero
La pena gana y el más hondo desconsuelo.
Canta la mora en la torre con melancólico acento y
Al pasar de los días se consume en los silencios.
Atrapada queda en espíritu y alza su alma a los cielos
Para siempre cautiva en Peñaranda de Duero.
En los días más brillantes y en las noches estrelladas
Se percibe a Cantamora en la visión de un hada.
Hada de buenaventura, hada que canta y encanta.
Hada que nos recuerda otros tiempos y otras danzas.
Autora de las piezas: María Teresa Palacios
Materiales: Pasta refractaria albina fina, esmaltes de elaboración propia, engobes y cristal.
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