LAS MUJERES CAMPANIFORMES EN LA SOCIEDAD DEL III MILENIO
Los registros funerarios:
En la necrópolis de Cuesta de la Reina (Ciempozuelos, Madrid) hubo dos intervenciones de finales del siglo XIX, de las que desconocemos con exactitud el número de tumbas e individuos inhumados en ellas (Riaño et al., 1894; Antón,1897; Deselaers,1917).
Podrían llegar a ser al menos tres tumbas (y hasta siete) y el lote cerámico de Ciempozuelos conocido son tres vasos, tres cuencos y cinco cazuelas (Blasco et al., 1998). En la Real Academia de la Historia se custodian actualmente restos óseos humanos de diferentes orígenes y cronologías. Aplicando criterios tafonómicos, tan solo podemos incluir en el lote de estudio los cuatro cráneos recuperados en la primera intervención (Sampedro y Liesau, 1998). A ello se suma nuestro desconocimiento sobre qué ajuares estaban asignados a cada individuo, documentándose además un depósito secundario de un cráneo con un set cerámico, un punzón y un puñal de cobre. En total, se trata de dos mujeres adultas, un varón maduro sometido a una trepanación (Liesau y Pastor, 2003) y un alofiso adulto. El elevado número de piezas cerámicas y la presencia de un punzón de cobre, podrían ser un indicio que también ambas mujeres tuvieron ajuar cerámico y el punzón, sin descartar el puñal como alguno de los botones de marfil que aún conservan trazas de cinabrio (Ríos y Liesau, 2011; Liesau, 2016; Liesau et al. 2020a).
El segundo yacimiento que recogemos es Las Mayores (Numancia de la Sagra, Toledo) en el que se conocen siete tumbas del III Milenio a. C. en un área de 150 m², en una de las cuales (LM322) se ha identificado una mujer con ajuar campaniforme.
Del resto sabemos poco: “Se trata de una fosa y seis pequeños hipogeos con piedras de cierre que acogen enterramientos individuales y colectivos de hasta 6 individuos. Mayoritariamente tienen ajuares destacados con cerámica, lisa o decorada, punzones de cobre, brazales de arquero o botones, y los cuerpos fueron cubiertos con cinabrio” (Barroso et al., 2021: 6), aunque se ha publicado un estudio de la secuencia cronológica documentada para estas tumbas y las de la Edad del Bronce (Ídem).
La tumba 322, un pequeño hipogeo de planta geminada presenta un muro transversal que divide su interior y que ha sido interpretado como cámara y antecámara. La mujer, adulta joven (21-24 años) inhumada junto con los restos de un perinatal de 34-36 semanas de gestación, se localizó pegada a la pared noreste, colocada en decúbito lateral izquierdo, con la cara hacia el sur, piernas flexionadas y brazos extendidos hacia el muro. El ajuar, depositado a sus pies, estaba formado por un cuenco semiesférico de estilo Ciempozuelos. Entre el sedimento se localizó un punzón de cobre y, al menos, tres botones de perforación en V de marfil y una pequeña placa de marfil.
De los 13 individuos recuperados de seis tumbas de la necrópolis de La Magdalena (Alcalá de Henares, Madrid) cuatro se corresponden con mujeres (una juvenil, dos adultas y una madura) y dos a hombres adultos, mientras que el resto no ha podido ser sexado aún (un Infantil I, tres adultos, un maduro y dos adultos indeterminados) (Gómez Moreno, 2017).
Destaca la variedad de tumbas con un falso hipogeo, un túmulo y tres covachas en cuyas proximidades se localizaron tres depósitos votivos. En una covacha se documentó la inhumación individual de una mujer juvenil (UT 4463) con una olla lisa completa junto al cráneo, un botón prismático de marfil a la altura del pecho, una cuenta rectangular de marfil, además de un punzón. Su cuerpo fue espolvoreado con cinabrio.
Un hipogeo (UT4600) albergó tres mujeres en dos niveles: en el inferior una adulta en posición primaria, pero con el esqueleto removido. Como ajuar presentaba una olla lisa y un vaso Ciempozuelos a sus pies, ambos fracturados intencionalmente, además de un pulidor de cuarcita. Cubiertas por un nivel con cenizas y materia orgánica, aparecieron otras dos mujeres (adulta y senil) en decúbito lateral con las piernas flexionadas. Post mortem fue extraído de ambas su cráneo, mandíbula y primeras vértebras. No presentan ajuar (Heras et al., 2014 a y b; Gómez Moreno, 2017; Blasco et al., 2019).
El cuarto yacimiento analizado es Camino de las Yeseras (San Fernando de Henares, Madrid). Destaca por la presencia de al menos tres áreas funerarias campaniformes en cuyas paredes laterales se excavaron varias covachas y un hipogeo para inhumar allí de forma individual o colectiva a los difuntos.
En las tumbas colectivas son frecuentes los depósitos secundarios (cráneos, mandíbulas o piernas plegadas) que acompañan a las inhumaciones primarias. Las piezas cerámicas de estos contextos son todas de estilo Ciempozuelos.
El área funeraria 1 presenta un hipogeo con restos dispersos de varios hombres, mientras que en un lateral apareció el esqueleto de una mujer en una covacha en decúbito lateral izquierdo con restos
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